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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

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lunes, 12 de marzo de 2007

Acoger el Amor de Dios en el silencio interior / Autores: Arturo y Conchi

Dios es Amor. Desde el conocimiento intelectual esa afirmación es asumida por toda persona con alegría. Hacernos participes de ese Amor no es una cuestión menor. Se necesita tiempo de escucha y de silencio interior para dejarnos moldear por el Amor de Dios. Sólo una escucha diaria y comprometida nos irá conduciendo en nuestro crecimiento personal en el Amor de Dios.

Hemos sido creados para amar. Nuestro creador, Dios Padre, nos ha hecho a su imagen y semejanza en la medida que desea hacernos crecer permanentemente en su Amor.
Por eso este blog, sencillamente quiere compartir nuestra experiencia cotidiana de escucha de la voluntad de Dios para cada momento de nuestra vida y de aquellos hechos que nos preocupan, conmueven y nos hacen clamar a Dios por mediación de Jesucristo, el Señor. Por eso te invitamos ahora a orar:

¡Dame calma, Señor!


Déjame sentir la honda paz presente en cada experiencia, la armonía de vivir.

Dame calma, Señor, de manera que pueda entrar en la honda paz dentro de mi corazón.

Dame paz de manera que vea la bendición escondida en todas las cosas.

Guárdame de palabras ociosas y vanas fantasías. Calma la carrera de mi mente para que mis pensamientos tengan la claridad y movimiento fácil del fresco aire que respiro. Busco la serenidad de un lago tranquilo, la fuerza de un roble, el incambiable sólido poder de las montañas.

Dame calma, Señor, para que pueda emplear tiempo en gozar la paz, en la belleza que has creado a mi alrededor.

Necesito tiempo para pensar, tiempo para considerar soluciones a problemas; tiempo para confortar mi interno ser y mi vida en amor.