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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

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sábado, 15 de septiembre de 2007

Pasa y deja una huella / Enviado por Viviana Baigorría


Por donde pases, deja una huella.

Para eso, no es necesario que pises fuerte, que te hagas notar con autoritarismo, que trates de llamar la atención con bombos y platillos.

No… No son tus voces de mando, ni tu aspereza, ni tu rigor lo
que marcará el lugar que has ocupado en el trabajo o en tu casa.

Será.. Eso de ti que has dado con amor; la palabra al que necesitaba aliento; la sonrisa al que se acercaba a ti; el consejo al que te lo pedía, la generosidad para comprender los motivos que llevan a algunos a cometer errores, a herir, a golpear.

Cuando no te agradecen algo que has hecho por otro…piensa que no lo has hecho con sinceridad… pues siempre se agradece lo que es generoso, auténtico.
Conozco mucha gente que sólo hace favores para que se los agradezcan, o para pregonarlos y que digan: “que bueno”, “que maravilla”.

Esos no dejan huellas, ni corazones encendidos con lámparas votivas.
Para dejar una huella, hay que quedarse un poco en lo que se hace; la tiza dibujando palabras en el pizarrón del grado, la esposa planchando la camisa del marido, la mano apretando con tibieza la manito del hijo…

Para dejar una huella… chiquita como una corola de violeta, no importa su tamaño, sino el signo que indique que pasaste por alli.

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