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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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jueves, 25 de octubre de 2007

La familia: signo de la felicidad de Dios / Autora: Madre Teresa de Calcuta

Hoy en día hay muchos problemas en el mundo y yo creo que la mayoría de ellos comienzan en casa. El mundo está sufriendo tanto porque no hay paz. Y no hay paz, porque no hay paz en la familia. Debemos hacer de nuestras casas centros de compasión y perdonar sin cesar, y así habrá paz.

Ustedes deben ser una familia; ser la presencia de Cristo el uno para el otro. Dios ha instituido la familia para que sea Su Amor. Ámense los unos a los otros con ternura como Jesús los ama a cada uno de ustedes. Jesús siempre está allí, para amar, para compartir, para ser la alegría de nuestra vida.

El amor de Jesús para nosotros es incondicional, es tierno, siempre perdona, es completo. Sólo deja que la gente vea a Jesús en ti: que vea como rezas, que vea como llevas una vida pura, que vea como tratas a tu familia, que vea cuanta paz hay en tu familia.

La consideración hacia los demás es el punto de partida para una gran santidad. Si aprendes ese arte de la consideración, te harás más y más parecido a Cristo, porque Su corazón era manso y El siempre pensaba en las necesidades de los demás. Si tenemos esa consideración los unos por los otros, nuestras casas realmente se convertirnos en el hogar del Seor Altísimo.

¿Conoces primero a los pobres de tu propia casa?. Tal vez en tu casa haya alguien que se siente solo, no muy acogido, no muy amado. Tal vez tu esposo o tu esposa o tu hijo se siente solo. ¿Sabes eso? Hoy ni siquiera tenemos tiempo de mirarnos el uno al otro, de hablarnos, de divertirnos en la compañía de otros . . . Y as, cada vez estamos menos en contacto el uno con el otro. El mundo está perdido por falta de dulzura y amabilidad. La gente siente una gran hambre de amor porque todo el mundo tiene tanta prisa.

Sean felices... y dedíquense muy especialmente a ser un signo de la felicidad de Dios. La alegría se refleja en los ojos; es evidente cuando uno habla y camina. No la podemos encerrar dentro de nosotros mismos. Cuando la gente encuentre en tus ojos esa felicidad habitual, entenderán que ellos son los hijos amados de Dios. La alegría es muy contagiosa. Nunca sabremos todo el bien que una simple sonrisa puede causar. Sean fieles en las cosas pequeñas. Sonrían el uno al otro. Tenemos que vivir bellamente.

Si introducimos la oración dentro de la familia, la familia quedara unida. Se amarán los unos a los otros. Reúnanse por sólo cinco minutos. Es de allí de donde vendrá su fuerza. El tiempo que pasamos teniendo nuestra audiencia diaria con Dios es la parte mas preciosa de todo el día. Quiero que ustedes llenen sus corazones con un gran amor.

Hagan de sus casas y de sus familias otro Nazaret, donde el amor, la paz, la alegría y la unidad reinen. Porque el amor comienza en el hogar. ¡Que Dios los bendiga!

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