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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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lunes, 5 de noviembre de 2007

Oración a Nuestra Señora del deporte / Autor: Pbro. Antonio Díaz Tortajada



¡Señora y madre nuestra¡
En tus manos colocamos todo los esfuerzos
que los deportistas del mundo
realizamos para llegar a conquistar
la corona que se marchita.
Grande es nuestra responsabilidad.
Estamos llamados a convertir el deporte
en ocasión de encuentro y de diálogo,
superando cualquier barrera
de lengua, raza y cultura.
Que el deporte nos dé una valiosa aportación
al entendimiento pacífico entre los pueblos
y contribuya a que se consolide en los hombres
la nueva civilización del amor.
Que nuestra pasión por el deporte contribuya
a la solidaridad humana, a la amistad
y a la buena voluntad entre las diversas culturas.
Que nuestros esfuerzos físicos sean una parte de nuestra búsqueda
de los valores más elevados, que forjan el carácter y dan dignidad
y sentido de realización plena a nuestras vidas.
Como discípulos de Jesucristo, nuestro maestro,
la vida misma es una competición y un esfuerzo
en busca de la bondad y la santidad.
Intercede ante Él para que todos nuestros empeños, sacrificios y desvelos,
sean colmados en nosotros y en nuestras familias
por su amor su alegría y su paz.
Amén.

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