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Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

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lunes, 17 de diciembre de 2007

Una Navidad diferente, totalmente diferente / Autor: Monseñor Jonas Abib, Fundador de la Comunidad Canción Nueva

Momento privilegiado para vivir la salvación

En el tiempo de Navidad, recordamos, de manera muy poética que Jesús nació
en una cueva en Belén y que Maria Lo colocó en un recipiente donde los animales comían. ¡Es todo
poético!

Nosotros también cantamos lindos versos con suaves melodías que exaltan
esa realidad.

Lo que las personas no saben es que Jesús estaba naciendo en un lugar no
solamente antihigiénico, y también impuro. La ley de Dios dada por Moisés
prohibía terminantemente que un niño viniera a nacer en un lugar así. Aquel lugar era "impuro" y el niño que allí naciera también sería "impuro".

¿Por qué tendría que Dios preocuparse en establecer una ley así? Porque Él
quería un pueblo. Un pueblo enteramente suyo. Él necesitaba, además de
esto, que ese pueblo se perpetuara. Esa era una de las leyes preventivas para que su pueblo fuera saludable y fuerte y así continuara de generación en generación.

Pero hay otra pregunta más seria y más importante: ¿Por qué permitiría
el Padre que su Hijo naciera en un lugar así? Más aún: ¿naciera "impuro"?
¿Cómo podría el Puro por excelencia nacer en un lugar impuro? La respuesta
nos revela un maravilloso misterio. Nuestra salvación comienza ya en el
nacimiento de Jesús. En aquel momento en que el Verbo de Dios, hecho carne, viene a habitar entre nosotros.

Por eso es que a los treinta años, Él recibe el bautismo de Juan, que era un bautismo de penitencia: porque Él había asumido, desde su nacimiento, toda la impureza de la humanidad. Por
eso es que Juan Bautista, Lo apunta como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Es porque Él había asumido sobre sí todo el pecado del mundo.

Por eso es que Él se aproxima de los pecadores y convive con ellos. Es
porque Él se hace pecado esde su nacimiento. Por eso es que Él se aproxima y recibe a los leprosos, que eran los impuros por excelencia de su época, los toca y los cura. Por eso es que Él escoge la casa de Lázaro, que era leproso, como lugar de su reposo en Betania, una aldea de leprosos.

Nuestra salvación ocurre en plenitud en el Calvario donde Jesús, crucificado en la cruz enclavó los pecados de toda la humanidad, en todos los tiempos. Eso es real. Pero es muy importante asumirlo de manera bien personal: Jesús asumió sobre sí mis y tus pecados y los llevó sobre sí a la cruz y allí los enclavó definitivamente.

Hay aún otra pregunta mucho más seria que las anteriores: si es así, ¿por qué el mundo continúa como está y por qué es que las personas continúan como son? Es porque nuestra
salvación, que ya se realizó, necesita ser asumida por cada uno de nosotros. Es sólo asumir.

Es sólo recordar lo que sucedió con aquellos ladrones que fueron crucificados con Jesús. Este se volvió hacia el Señor y dijo: "Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar. "Él le respondió: "En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso". La salvación estaba sucediendo. Él inmediatamente la asumió. ¿Qué merecimiento él tenía? Ninguno. ¿Qué de bueno hizo? Nada. Él sólo creyó y asumió; recibiendo de Jesús la garantía: "Hoy estarás conmigo en el
Paraíso".

La Navidad es fiesta y es necesario festejarla con todo lo que podamos. Pero, recordándo de que la Navidad es el inicio de nuestra salvación y ella es el momento privilegiado para que cada uno de nosotros asumamos personalmente la salvación que ya se realizó. Yo y tú necesitamos asumir de corazón lo que aquel ladrón asumió en lo alto de la cruz. Hagamos de todo para que nuestros familiares y aquellos que nos son más próximos también asuman la propia salvación, que ya sucedió. Esta es la mejor manera de vivir esta Navidad.

Por eso yo sólo tengo para decir: ¡Una santa y feliz Navidad para ti y tu familia y un bendecido año 2008!

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Fuente: Comunidad Canción Nueva

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