Elige tu idioma

Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

Página web de Escuchar la Voz del Señor
Haz clic sobre la imagen para verla

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Svetlana Stalin, hija del dictador, se convirtió al pedir a Dios la curación de su hijo enfermo: «No conocía ninguna oración. Un sentimiento intenso de la presencia de Dios me invadió»


* «La lectura de libros notables y el contacto con los católicos contribuyeron a acercarme cada vez más a la Iglesia Católica. Y así, en un frío día de diciembre, en la fiesta de Santa Lucía, en pleno Adviento, un tiempo litúrgico que siempre he amado, la decisión, esperada por largo tiempo, de entrar en la Iglesia Católica, me brotó naturalísima. (…) Los años desde mi conversión han sido plenos de felicidad. (…) La Eucaristía se ha hecho para mí viva y necesaria. El Sacramento de la Reconciliación con Dios a quien ofendemos, abandonamos y traicionamos cada día, el sentido de culpa y de tristeza que entonces nos invade: todo esto hace que sea necesario recibirlo con frecuencia. (…) El Padre celestial me ha corregido dulcemente. Fui nuevamente sumergida en una maternidad tardía que debía hacerme presente mi puesto en la vida: un humilde puesto de mujer y de madre. Así, en verdad, fui llevada en los brazos de la Virgen María a quien no tenía la costumbre de invocar, teniendo la idea de que esta devoción era cosa de campesinos iletrados, como mi abuela Georgiana, que no tenía otra persona a quien dirigirse. Me desengañé cuando me encontré sola y sin sustento. ¿Quién otro podía ser mi abogado sino la Madre de Jesús? Imprevistamente, Ella se me hizo cercana»

Leer más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario