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viernes, 1 de agosto de 2008

Testimonio después de Sydney: "¿Sigo siendo el mismo después de la JMJ? Sí y no..." / Autor: Javier Muñoz Morales

Como hay gente para todo, el jueves regresé a mi curro, que la verdad es que lo echaba de menos; sí, sí, lo echaba de menos, y te aseguro que no era un efecto alucinógeno del pollo picante de Singapore Airlines. Así que, mientras otros estabáis todo sopazas planchando la oreja, servidor se fue a levantar lo que queda de país. La sensación que tenía era un poco extraña, la verdad; hace dos días estaba en la bahía de una ciudad superchic, lleno de vivencias y deseos tras el encuentro con el Papa, y ahora tenía ganas de tirar a las vías del metro al tío que me estaba empujando. Pero esta es la vida cristiana, santificar el día a día.

Sinceramente, no sabía qué decir a mis compañeros; los más cercanos sabían que me había ido a Australia a ver al Papa, y me preguntaron, claro. Y yo caí en la trampa, en lo que no quería, hablé más de las impresiones externas del país que de mi encuentro personal con Cristo y con la Iglesia en estos días inolvidables. ¿Qué estaba pasando? ¿Es que he vivido superficialmente esta JMJ? Estoy convencido de lo contrario, pero vuelvo a mi realidad cotidiana, contra la que me rebelo muchas veces: los respetos humanos, el qué dirán, me siguen venciendo, cuando sé de sobra, porque lo he experimentado infinidad de veces que Dios te da las palabras necesarias en el momento oportuno. Pero estoy convencido también de que, quizá a través de mí, muchos compañeros han estado viendo las noticias de la JMJ estos días, y han visto y escuchado al Papa y a esa Iglesia joven; y quién sabe si les ha podido llegar algún rayo del Espíritu desde Sydney; ojalá. Era muy gracioso, nadie sabía nada, pero todo el mundo vio 'algunas imágenes sueltas haciendo zapping'. De hecho, alguno asegura haberme visto dando botes; que no, que yo no voy de lider, les decía.

¿Sigo siendo el mismo después de la JMJ? Sí y no; sí, porque mis miserias siguen ahí, esperando a que las santifique poco a poco; y no, porque las Gracias recibidas estos días, sobre todo las que no se ven, que son las más fiables, siguen tejiendo una tupida red que sujeta al equilibrista si se cae.


Creo que me puesto muy elevado ;) Continuará

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Fuente: De Caná a Sydney

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