"Abandoné el agnosticismo de mi juventud y llegué a Cristo. De repente comprendí que yo era amado, que las personas con las que interactuaba en el día a día tenían un valor intrínseco y que, lo supieran o no, Dios las había considerado merecedoras del precio de Su sangre. Esto sacudió mi mundo. Ya no podía justificar que se degradase o convirtiese en objeto a mujeres por las que Cristo había sufrido y muerto"
Comentarios de mi blog en Youtube
-
*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario