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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

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Mostrando entradas con la etiqueta Papa Francisco en homilía en Santa Marta 13-2-17: «El resentimiento no es cristiano y no hay que dejarle crecer. Mostrar todas las entradas
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lunes, 13 de febrero de 2017

Papa Francisco en homilía en Santa Marta 13-2-17: «El resentimiento no es cristiano y no hay que dejarle crecer, destruye familias y pueblos»

* «Y así crece, crece la hostilidad y se termina mal. Siempre. Yo me separo de mi hermano, éste no es mi hermano, éste es un enemigo, éste debe ser destruido, echado… y así la gente se destruye, así las enemistades destruyen ¡todo! Ese amargarse la vida, siempre obsesionado con aquello. Esto ha sucedido a Caín, y al final mató a su hermano. No: no hay hermano. Sólo yo existo. No hay hermandad. Sólo yo existo. Esto que ha sucedido al inicio, nos sucede a todos nosotros, la posibilidad; pero este proceso debe ser detenido inmediatamente, al inicio, ante la primera amargura, detenerse. La amargura no es cristiana. El dolor sí, la amargura no. El resentimiento no es cristiano. El dolor sí, el resentimiento no»