“Recuerdo que me di cuenta de que Dios es tan, tan, tan grande… y que yo intentaba encajonarlo en mi cabeza… pero Él es infinito, no hay forma de que nunca pueda entenderlo al cien por cien. Y lloré y lloré, fui corriendo y le dije a mi hermano la buena noticia: Dios me había dado el don de la fe, y por primera vez sabía sin duda que Dios era real, que me amaba, que amaba a todos, y quería tener una relación conmigo en la tierra y en el cielo”
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*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses