* «Me siento un pecador público, un desgraciado, pero amado por Dios. Experimento en mi vida diaria que Dios ayuda y no me da miedo decir que Dios existe y que ha cambiado mi vida y que puede cambiar la tuya también… Mi vida ha sido pasar de la muerte a la resurrección, de las tinieblas a la luz»
Camino Católico.- Alexis era punk y alérgico a las normas. Con tan solo 16 años, se fue de casa, empezó a delinquir y a traficar con drogas. La adicción a la cocaína y otras sustancias, le hicieron descender a los infiernos durante varios años, hasta que un día no pudo más y, estando al borde del suicidio, pidió auxilio desesperado a sus padres.
Con la ayuda de su familia pudo conocer la Comunidad Cenáculo. Allí, encontró la medicina que necesitaba: el amor de Dios y de sus hermanos en la Comunidad. Hoy, Alexis tiene 33 años, es padre de 3 hijos, está felizmente casado y es un maravilloso ejemplo de superación y de esperanza.