* “Mis hijos tienen esa experiencia también: que Dios provee, que nunca falta de nada, que se es feliz cuando se tiene a Cristo y que no hay nada más importante que anunciar el Evangelio a los demás, sea donde sea. Te impresionaría ver con que naturalidad los niños entienden la misión”
David y Maruxa, junto con sus siete hijos y el que está ya en camino, son una de las cientos de “familias en misión” enviadas por Juan Pablo II y Benedicto XVI, que viven su fe en el seno de la Iglesia y que han hallado su vocación en el Camino Neocatecumenal, uno de los carismas surgidos tras el Concilio Vaticano II. Leer más...