16 de agosto de 2023.- (Camino Católico) Homilía del P. Jesús Luis Sacristán y lecturas de la Santa Misa de hoy, miércoles de la 19ª semana de Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Mateo 18, 15-20:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.
En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos.
Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
* «Cuando María entra en casa de su prima, alaba al Señor. Porque quien ama a Dios sabe alabar. La alabanza aumenta la alegría. La alabanza es como una escalera: eleva los corazones. La alabanza levanta el ánimo y vence la tentación de caer. ¡Qué bueno es alabar a Dios cada día, y también a los demás! ¡Qué bueno es vivir de gratitud y bendición en lugar de lamentaciones y quejas, mirar hacia lo alto en lugar de enfadarse! Las quejas: hay gente que se queja todos los días. Pero mira que Dios está cerca de ti, mira que te ha creado, mira las cosas que te ha dado. ¡Alaba, alaba! Y eso es salud espiritual»
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «Hoy confiamos a María Asunta al Cielo nuestra súplica por la paz, en Ucrania y en todas las regiones devastadas por la guerra: ¡son tantas, por desgracia! El estruendo de las armas cubre los intentos de diálogo; el derecho de la fuerza prevalece sobre la fuerza del derecho. Pero no nos desanimemos, sigamos esperando y rezando, porque es Dios, es Él quien guía la historia. ¡Que Él nos escuche!»
Evangelio: San Lucas 1, 39-56:
En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que. en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mi: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” – como lo había prometido a “nuestros padres” – en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.
* «Llevamos rezando por esto un montón de tiempo y como justo coincidía con la JMJ, le pedimos a todos los jóvenes que pidieran por mi curación y hoy después de comulgar… La verdad es que en misa estaba super super nerviosa, y bueno pues después de comulgar me he puesto en el banco, me he puesto a llorar un montón porque era el último día de la novena y me quería curar y se lo he pedido a Dios muchísimo. Cuando he abierto los ojos ¡veía perfectamente!, ¡ha sido demasiado! Hay que dar muchísimas gracias a Dios por el milagro porque he visto el altar, el sagrario, estaban mis amigas y la veía perfectamente que estaban dos años y medio más mayores que como las recordaba»
Vídeo en el que se escucha el audio de Jimena en el que cuenta su recuperación de la vista en una Misa en la JMJ y la respuesta del Cardenal Omella en la rueda de prensa de la JMJ en la que cuenta que ha hablado con la chica y le ha confirmado lo acontecido
* El Cardenal Omella ha destacado que Jimena «tenía que leer la oración de Acción de Gracias en la Misa que tenían ese día con el grupo de Madrid» y que, después de comulgar, pudo leerla sin ningún problema. La joven también dijo al Cardenal que llevaban «nueve días pidiéndole su curación a la Virgen. Demos gracias a Dios, luego tendrán que valorar los médicos si se podía curar o no se podía curar. Pero para la chica esto ha sido un gran evento, digamos milagro. No le daría ni más elocuencia ni menos elocuencia es un dato bonito»
Evangelio: San Mateo 17, 22-27:
En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo:
«El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día».
Ellos se pusieron muy tristes.
Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron:
«¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?».
Contestó:
«Si».
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle:
«¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?».
Contestó:
«A los extraños».
Jesús le dijo:
«Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al mar, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti».