La costarricense Floribeth Mora relata cómo se curó milagrosamente por intercesión de Juan Pablo II de un aneurisma cuando había sido desahuciada por los médicos

* Acudió con su familia al centro del barrio porque se estaba celebrando una procesión: «En ese momento estaba pasando una carroza con la imagen de Jesús Sacramentado y sentí un frío en el cuerpo. Me bajé del coche y fui hasta allí. Le pedimos a nuestro Papa Juan Pablo que nos ayudara a pedirle a Dios que me ayudara. Salí de ese parque con la fe de que yo fui la sanada»

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