El Santo Padre revela que siempre lleva cerca del corazón, en un bolsillo, una medalla del Sagrado Corazón que le regaló Concepción María Minuto, una mujer ya fallecida, que “ayudaba a mi mamá a lavar la ropa, cuando no había lavarropas, con la tabla, a mano. Éramos cinco nosotros, mamá sola, esta señora venía tres veces por semana a ayudarla”
No hay comentarios:
Publicar un comentario