«Sólo podemos rezar bien y decir ‘Padre’ a Dios si nuestro corazón está en paz con los demás, con los hermanos. ‘Pero, padre, éste me ha hecho esto; éste me ha hecho esto y me ha hecho aquello...’. ‘Perdona. Perdona, como Él te perdonará’. Y así la debilidad que nosotros tenemos, con la ayuda de Dios en la oración se transforma en una fortaleza porque el perdón es una gran fortaleza»
No hay comentarios:
Publicar un comentario