El Pontífice dice que "La sangre de los mártires de hoy nos convierte en uno. Cuando aquellos que odian a Jesucristo matan a un cristiano, antes de matarlo no le preguntan: '¿Eres luterano, u ortodoxo, o evangélico, o bautista, o metodista? Los asesinos solo dicen 'eres cristiano' y les cortan la cabeza"
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