Tim Smyczek, el tenista del deportivo gesto con Rafa Nadal en el Open de Australia, un adalid del rosario y de la confesión
«Si no tuviese la confesión, probablemente iría de mal en peor, porque triunfarían la culpa y la ocasión de pecado. La confesión nos quita la culpa y frena la ocasión de pecado, impulsándonos en la dirección contraria de la virtud. Es un sacramento realmente sanador, así que hago un esfuerzo por confesarme a intervalos regulares, incluso cuando no me apetece
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