La adolescente de 17 años, hija de inmigrantes mexicanos sufre acoso por su apariencia, porque presenta manchas blancas en su rostro y cuerpo debido al vitiligo que padece desde los 4 años de edad Valerie contó al Pontífice que siempre participó activamente en su parroquia y se unió al coro de la iglesia. Llorando explicó que gracias al canto y al apoyo de su familia finalmente aprendió a aceptarse
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