* «¿Yo creo que el Señor me ha salvado gratuitamente? ¿Yo creo que no me merezco la salvación? ¿Y si merezco algo es por medio de Jesucristo, y de lo que Él ha hecho por mí? Hagámonos hoy estas preguntas, sólo así seremos fieles a este amor tan misericordioso: amor de padre y de madre, porque también Dios dice que Él es como una madre con nosotros; amor, horizontes grandes, sin límites, sin limitaciones. Y no nos dejemos engañar por los doctores que limitan este amor»
No hay comentarios:
Publicar un comentario