* «Lo que Jesús nos plantea con el ejemplo de la viuda pobre es otra cosa: es la cuestión fundamental de dónde hemos puesto nuestro corazón, si en la construcción de nuestro propio reino o en la del Reino de Dios. Nuestros afanes, esfuerzos y desvelos ¿están encaminados a realizar nuestros sueños y asegurar nuestro bienestar o aspiran a construir un mundo más justo, solidario y fraterno, conforme al designio de Dios?»
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