* «Todo es habitual. La vida es así: vivimos así, sin pensar en el ocaso de este modo de vivir. También esto es una idolatría: estar apegado a los hábitos, sin pensar que esto terminará. Y la Iglesia nos hace ver el final de estas cosas. También los hábitos pueden ser pensados como dioses. ¿La idolatría? Y así como la belleza terminará en otra belleza, nuestro hábito terminará en una eternidad, en otro hábito. ¡Pero está Dios!»
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