«Nunca dejo de repetirme aquella histórica frase de Juan Pablo II: «No tengáis miedo». Esta frase me ayuda y acompaña mucho. Si quiero ser sacerdote en China, servir a mis católicos, a la Iglesia de China, sé que voy a sufrir. Igual que sufrió Cristo. Pero con María y mi rosario no tengo miedo»
No hay comentarios:
Publicar un comentario