Rafaele, el hermano que tenía 9 años cuando ocurrió la tragedia, dijo que en ese momento “me sentí perdido, abandonado. Tenía mucha ira, sobre todo contra Dios porque no podía encontrar una razón para el suicidio de mi hermano”. Luego se alejó de la Iglesia pero poco a poco volvió a la fe con la ayuda de sus padres
No hay comentarios:
Publicar un comentario