* «El chismear es así: embarrar al otro. ¡El que chismea embarra! ¡Destruye! Destruye la fama, destruye la vida y tantas veces sin motivo, contra la verdad. Jesús rezó por todos nosotros que estamos aquí y por nuestras comunidades, nuestras parroquias, nuestras diócesis: ‘Que sean uno’. Roguemos al Señor que nos dé la gracia, porque es tanta, tanta la fuerza del diablo, del pecado que nos empuja a la desunión. ¡Siempre! Que nos dé la gracia, que nos dé el don: y ¿cuál es el don que hace la unidad? ¡El Espíritu Santo!»
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