“Mi vocación la tuve desde niño. Nunca había visto la oportunidad de entrar. Dios tiene un tiempo para todo y creo que fue el tiempo exacto para entrar al seminario y todo se dio paso por paso. No quiero ser un súper-teólogo ni un filósofo ni famosísimo ni nada. Quiero a ser un sacerdote del pueblo y para el pueblo. Un sacerdote enamorado – enamorado de la Iglesia, mi Esposa”
No hay comentarios:
Publicar un comentario