* «Tengo una gran devoción por Nuestra Señora, siempre la he tenido. En tiempos muy difíciles, la Virgen ha estado ahí para mí. En momentos en los que me siento deprimido, y en los que no siento cuál es el propósito de la vida, o cuando personas queridas mueres, es muy reconfortante saber que Nuestra Señora está ahí para ayudarme. Tengo la sensación de que el Señor me llama a ayudar a los pobres y a servirles. Algunas de estas personas pueden estar abrumadas por la dureza de la vida, y cuando les muestras amor y misericordia, eso elimina parte de la presión»
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