* «Después de la peregrinación comencé a reflexionar sobre la diferencia real entre la vocación del carabiniere y la vocación de las misioneras de la Revelación Divina. Me pareció que había realizado mi sueño, pero estaba empezando a comprender que no vivía en la totalidad lo que mi corazón deseaba. Yo llevaba un arma y ellas la corona del Santo Rosario; yo llevaba un uniforme y ellas un hábito; yo había jurado lealtad a la Patria y ellas al Señor a través de los votos religiosos. Trabajé para defender la Ley del Estado con amor y ellas trabajaban en plenitud de vida para responder a la Ley escrita en el corazón: ¡La ley del Amor!»
Leer más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario