Charlotte Pence, hija del vicepresidente norteamericano, vivía sin Dios y tuvo una experiencia mística volviendo de Tierra Santa: «Dios me aceptaba. Entregué mi vida a Cristo»
* «Simplemente sentí una presencia abrumadora a mi alrededor. No puedo describirlo de otra manera. Sentí que Dios me aceptaba. Era casi como una sensación literal de caer en los brazos de alguien que te perdona y dice: ‘Aún te quiero, aún quiero que vuelvas, aunque te alejaste de mí’»Leer más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario