* Sintió que en lo profundo de su ser Dios mismo le decía… «Te hice partícipe de mi dolor, de mi sufrimiento, para que repares mi corazón, seas testimonio y logres encaminarte»”
* “Apelé a su misericordia adorándolo allí en la Eucaristía expuesta en el Santísimo. Concluí «estás ahí…. ¿Quiénes soy para odiar, si tú me has perdonado?»”
No hay comentarios:
Publicar un comentario