“Yo era cristiano evangélico, y me convertí al catolicismo cuando dejé el juego profesional. Me hice católico. Fue una conversión radical y amplió mi relación con Jesucristo. Había pecado. Recuerdo que estaba tumbado en mi cama y pensaba por qué había hecho tal o cual cosa. Pensaba: por favor, Dios, perdóname. Pero antes de ser católico sólo podía desear, o esperar, que hubiera ese perdón”
No hay comentarios:
Publicar un comentario