* «Tuve la sensación física de tomar una ducha, pero una ducha de luz y de paz. Jesús era el único que podía curarme: yo era un caso humano imposible. Y así fue. En ese momento, yo “nací”. Y cuando hoy me preguntan cuántos años tengo, les respondo “25”: hace 25 años viví la intervención sobrenatural Jesús. Unos meses más tarde, mi padre espiritual me dijo que debía dar un paso más: ¡tenía que perdonar! De nuevo, reaccioné con una fuerte ira. ¿Cómo podía pretender que yo perdonara el mal que tanta gente me había hecho? Fue un proceso largo y doloroso, siempre en la capilla para rezar, nombre tras nombre. Finalmente, logré perdonar a mi madre, que no me quería y no me defendió. Comprendí que ella no era capaz, y que también ella, a su vez, era una víctima»
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Comentarios de mi blog en Youtube
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*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses