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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

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martes, 2 de julio de 2019

Sara Martín, alejada de Dios, se hizo adicta al alcohol, a sustancias, a personas y al sexo, pero la invitaron a unas cenas y «sentí que el amor y dependencia de Dios eran suficientes»

* «En este camino he empezado a sentir necesidades imprescindibles ya, nada impuesto, nada forzado, pura necesidad de estar cerca de personas que viven la presencia de Cristo; necesidad de ser perdonada, de sentirme útil y de transmitir todo esto que estoy viviendo. En septiembre de 2019, Dios mediante y habiendo conseguido la nulidad matrimonial por parte del padre de mis hijos de una desacertada relación anterior, Junior (otra obra de Él) y yo nos haremos esposos después de 14 años de convivencia, rescatada y sostenida actualmente, gracias a Él, a través de la Iglesia. Y en su empeño de seguir regalándonos vivencias extraordinarias, hemos recibido otro don: a través de uno de los curas del pueblo donde vivimos, se nos propuso hace unos meses (cuando aún no sabíamos lo que tardaría la concesión de la nulidad solicitada) que por qué no vivíamos esa espera como lo hacen los novios católicos, en castidad. Dijimos sí…»

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