* «Para acceder al sacramento del matrimonio, los novios deben madurar la certeza de que en su vínculo está la mano de Dios, que los precede y los acompaña, y les permitirá decir: “Con la gracia de Cristo, prometo serte fiel siempre ” . No pueden prometerse fidelidad “en la alegría y en las penas, en la salud y en la enfermedad”, y amarse y honrarse todos los días de sus vidas, solo sobre la base de la buena voluntad o la esperanza de que “la cosa funcione”. Necesitan construir sobre el terreno sólido del amor fiel de Dios. Y por eso, antes de recibir el sacramento del matrimonio, hace falta una preparación cuidadosa, diría un catecumenado, porque se juega toda la vida en el amor, y con el amor no se bromea. No se puede definir como “preparación al matrimonio”, tres o cuatro conferencias dadas en la parroquia; no, eso no es preparación: esa es falsa preparación. Y la responsabilidad de quien lo hace recae sobre él: sobre el párroco, sobre el obispo que tolera estas cosas. La preparación debe ser madura y hace falta tiempo. No es un acto formal; es un Sacramento. Pero hay que prepararlo como un auténtico catecumenado»
Video completo de la transmisión en directo realizada por 13 TV de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma
Leer más...* «En Cristo, y solo en él, hay amor sin reservas ni replanteamientos, entrega completa sin paréntesis y tenacidad de la aceptación hasta el final. De su muerte y resurrección se deriva nuestra fidelidad, de su amor incondicional se deriva la constancia en las relaciones. De la comunión con Él, con el Padre y con el Espíritu Santo se deriva la comunión entre nosotros y la capacidad de vivir con fidelidad nuestros lazos»