* «Llevaba preparada una lista muy larga de pecados, después de hacer un examen de conciencia con un folleto. Era una confesión cara a cara con el cura, y yo lloraba. Mi madre me acompañó, ella también se tenía que confesar. Y después de confesarme pude comulgar por primera vez tras tantos años. Sentí la presencia abrumadora de Dios y entendí que era Jesús completo que me salvaba con su amor y piedad»
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Comentarios de mi blog en Youtube
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*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses