Elige tu idioma

Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

Página web de Escuchar la Voz del Señor
Haz clic sobre la imagen para verla
Mostrando entradas con la etiqueta ATEÍSMO ATEO CONVERSIÓN DIOS DROGAS EVANGELIO EXTORSIÓN FAMILIA FE JESUCRISTO LLAMADA DE DIOS MALOS TRATOS SACERDOCIO SACERDOTE TESTIMONIO VOCACIÓN. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ATEÍSMO ATEO CONVERSIÓN DIOS DROGAS EVANGELIO EXTORSIÓN FAMILIA FE JESUCRISTO LLAMADA DE DIOS MALOS TRATOS SACERDOCIO SACERDOTE TESTIMONIO VOCACIÓN. Mostrar todas las entradas

lunes, 29 de abril de 2019

Christopher Anbania era traficante y extorsionador, no creía en Dios y será sacerdote entre musulmanes: la conversión de su padre, alcohólico y maltratador, le cambió

* «Yo me preguntaba: ‘Cómo puede ser que un hombre cambie así. Cómo puede ser que una persona que no podía vivir sin beber, de repente lo deje’. Era un hombre destruido y ahora era una persona normal. Yo estaba también destruido, vendía drogas, llevaba armas, era un pandillero. Estaba harto de ello, pero no encontraba una salida. No tenía dirección en la vida. Entonces un día tuve el valor de decirle a mi padre: ‘¿Qué has hecho para ahora tener un trabajo y dejar la bebida? ¿Quiero lo mismo que tú?’. Él me habló entonces de ese grupo del que formaba ahora parte en la parroquia, se llamaba Camino Neocatecumenal. Y me invitó a escuchar unas catequesis. Entonces pensé que no tenía mucho que perder, y fui. La comunidad para mí fue una ayuda para acercarme a Dios y ver a lo que el Señor me llamaba. Eran un grupo de gente de distintas edades, algunos jóvenes como yo. Eso me hizo ver de otra manera a la Iglesia, porque yo pensaba que estas cosas eran solo para los curas»

Leer más...