«Aunque vengo de una familia cristiana, siempre había visto la religión como algo impuesto, ajeno a mí, sin darle el sentido profundo que tiene. Desde el accidente eso ha cambiado. La relación con Dios es algo muy personal. Cada uno tiene su momento para encontrarse con Él y yo me lo encontré debajo de un camión. Cuando estaba en el suelo, entre las ruedas, me sentí sostenida por Dios y me puse a rezar. Más adelante, en la ambulancia, noté que me moría. Y fue ahí cuando le dije a Dios que me abandonaba en Él y que fuese lo que Él quisiera, que yo quería vivir, pero que si él quería que me muriese, no pasaba nada porque me sentía con una gran paz sostenida en sus brazos, y no me daba miedo morirme»
CaminoCatólico.com.- Celia Canseco Saldaña Celia es malagueña, tiene 20 años y estudia en la Universidad de Navarra. El pasado 15 de diciembre, iba por el campus camino de la biblioteca para dar un repaso antes de su último examen y volver a casa por Navidad. Eran las 8:32 de la mañana cuando un camión que dio marcha atrás le atropelló. Estuvo a punto de morir. El accidente ha marcado su vida, pero no como una desgracia, sino como un renacer. Ella misma asegura que «debajo del camión me encontré con Dios». Tanto en el vídeo como en el texto siguiente, publicado por el Opus Dei, Celia explica su testimonio en primera persona.