* «Nuestros hijos han crecido rezando el rosario. Ha sido parte de sus fundamentos religiosos desde que nacieron, en una forma que nunca pudo ser para mí, y eso me llena de alegría. He aprendido que María es una guía incomparable a los misterios de la vida de su Hijo. Rezar el rosario presenta dos lados o dimensiones: hablar con María y meditar sobre Cristo. He descubierto que si empiezo meditando sobre Cristo y luego intento añadir el hablar con María, no funciona. Sin embargo, si empiezo acercándome a María y luego paso a meditar sobre Cristo, como si María me llevase hasta su Hijo, contemplando Sus misterios junto a mí, mostrándome lo que necesito ver… es entonces cuando las glorias del Rosario se me desvelan»
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Comentarios de mi blog en Youtube
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*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses