Muchos buscan terapia porque se sienten atribulados por pecados pasados y en algunas ocasiones, pecados presentes de los cuales no creen poderse liberar.
Creo que el consenso general entre estos clientes (y entre otros Católicos que conozco) cuando se trata de la idea de pecado, es que ellos creen que los pecados de naturaleza sexual son los peores, y el más pecaminoso de los tipos de pecado.
Pienso que esto, hasta cierto punto, está conectado con la forma en la que uno fue criado por los padres o maestros transmitiendo sus propios miedos, mala información o incomodidad en esta área.
¿Por qué parecen ocupar el centro de atención los pecados sexuales cuando se trata de cualquier discusión sobre pecados? ¿Será porque realmente son los peores pecados que se puedan cometer o es porque son tan comunes y muchos individuos parecen lidiar con ellos?