* «Sólo esta actitud del sacerdote ya me cambió. Dios se sirvió de esto. ‘¿Quién eres?’ Soy Pachús… y me dio un abrazo. Nadie me había dado un abrazo en mi vida. En ese momento rompí a llorar y empezó a escucharme. Le conté todo y fue la primera persona a la que no mentí. Me quité el disfraz. Me sorprendió su mirada. No fue una mirada de juicio como me había prometido el demonio, fue la mirada de Dios, me dejó descolocado. Me sorprendió al decir: ‘¿Y qué? Más grande es la misericordia de Dios’. La gratitud a Dios me hizo explotar. ¿El cielo es para mí? Entonces entendí quién era Dios. En esa misma confesión entendí que Dios era mi padre. Quería estar como una lapa con Jesús. Empecé a ir a misa todos los días. Desde entonces he comulgado todos los días de mi vida. Me iba enamorando y enamorando de Jesús, y el cura veía vocación en mí, pero yo lo veía imposible»
CaminoCatólico.com.- Ramón Mirada, conocido por todos como el Padre Pachús, es un sacerdote diocesano de la Diócesis de Getafe, que desde hace casi 7 años desarrolla su labor en la parroquia de la Inmaculada de Alcorcón.
Su camino hasta el sacerdocio no fue nada sencillo, pues antes renegó de Dios de una manera tan beligerante que le llevó a una rebeldía extrema, a la delincuencia, al consumo de drogas e incluso a la blasfemia, rompiendo y miccionando sobre un crucifijo. Incluso intentó suicidarse.