* «Fui a hablar con un sacerdote y todo fue genial. Pero me dijo: ‘no creo que debas ir ahora al seminario. Debes dejar de beber, las drogas, confesarte, empezar a rezar, ir a misa y tomarte en serio tu fe. No puedes discernir si no estás en gracia’»
Camino Católico.- Christopher Jarvis es un sacerdote de Michigan, en Estados Unidos. Él no quería serlo. De hecho, vivió una vida bastante alejada de Dios, con alcohol, drogas, sexo y hasta con varias detenciones policiales. No aspiraba a ser cura y estaba muy alejado del ideal de cómo debía ser uno. Lo que no esperaba es que en su alma un día ante una visita a la iglesia a la que su madre le suplicó que le acompañara resonó en su interior una voz que decía: “Quiero que seas sacerdote”. Se escapó muchas veces, pero hoy en día es un feliz sacerdote y un activo evangelizador.
Nació en el seno de una familia católica de fe profunda. Y fue precisamente la constancia y el tesón de su madre el que ayudó a su futura conversión. Aunque estaba en un entorno muy católico, Jarvis asegura que la fe “nunca llegó a florecer en mi corazón”.