* «El padre Hurtado, yo lo conocí, era una persona muy simpática, pero tenía un carácter fuerte. Estudié en un convento y las cosas mundanas no me agradaban, hasta que busqué algo así y desde aquella época que salgo en ayuda de los más necesitados. Acá estoy hasta el día de hoy. No importa que llueva, que haga frío, no hay excusas para no salir los miércoles. Yo voy a salir a la calle a ayudar hasta que el de arriba me llame. Yo sé que si padre Hurtado estuviera vivo, estaría aquí en la calle ayudando conmigo, me gustaría estar al lado de él. Se fue muy rápido, dicen que la gente buena no dura mucho. ¿Cómo era el padre Hurtado? Yo estoy premiada por haber conocido en persona la gran obra del padre Hurtado. Él era una persona seria para sus cosas, pero cuando había que sonreír siempre estaba ahí con nosotros. Le encantaba compartir con la gente, sobre todo con los niños, los trataba con tanto amor y cariño que me emociona hasta el día de hoy recordar esos momentos. No he podido conocer a una persona tan buena y tan comprometida como él»
CaminoCatólico.com.- Elena Donaire tiene 87 años de edad y hace 40 que todos los miércoles en la noche sale junto a un grupo de voluntarios del Hogar de Cristo, a realizar la Ruta Calle. La acompañamos en su apostolado, que surgió gracias a una promesa que le realizó a san Alberto Hurtado: “Le prometí seguir sirviendo a la gente, tal como lo hacía él, hasta que el de arriba me llame”.