Camino Católico.- No era un secreto que Kobe Bryant fuera un hombre familiar, al que su esposa y sus cuatro hijas le hacían sonreír de oreja a oreja. Vanessa Bryant, la mujer con la que llevaba 19 años casado, fue el baluarte del clan. La “mamacita”, como él la llamaba a veces haciendo honor a las raíces mexicanas de su esposa. Él aprendió español por ella. Kobe Bryant conoció a Vanessa cuando él tenía 20 años y ella tan solo 17. La muchacha estudiaba secundaria y hacía sus pinitos como bailarina. Él era ya un brillante jugador de los Lakers.
Vanessa quería emprender carrera como modelo y actuaba en coreografías de vídeoclips. Cuando estaba trabajando en la grabación del vídeo musical de Tha Eastsidaz de G’d Up, coincidió en los estudios con Kobe, quien estaba interesado en grabar un disco que nunca llegaría a producirse. Vanessa entró en la vida de Kobe como un rayo y él vio claramente que era la mujer de su vida. Ella era de carácter latino, fuerte, arraigada en la familia y con raíces fuertemente católicas, que también él tenía.