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lunes, 19 de mayo de 2008

Cardenal Bertone reafirma aplicación de norma sobre seminarios y candidatos con tendencias homosexuales

VATICANO, (ACI).- El Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone, con aprobación del Papa Benedicto XVI, ha enviado una carta a los obispos del mundo, reafirmando que las normas establecidas por la Congregación para la Educación Católica en la Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al Seminario y a las órdenes Sagradas del 4 de noviembre de 2005, es de aplicación universal y no tiene excepciones.

En el breve “Rescriptum ex audientia” –respuesta escrita que sigue a varias consultas– el Cardenal Bertone señala que las normas establecidas respecto a la selección de candidatos al
sacerdocio por la Instrucción, vale “para todas las casas de formación para el sacerdocio, incluidas aquellas que dependen de los Dicasterios para la Iglesias Orientales, para la Evangelización de los Pueblos y para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica".
El documento, que según explica el Cardenal Bertone, se publica en respuesta "a numerosos pedidos de clarificación dirigidos a la
Santa Sede sobre este tema",
implica que el impedimento para aceptar a candidatos homosexuales a los seminarios se aplica no sólo a los seminarios diocesanos, sino a los de las órdenes y congregaciones religiosas; así como aquellos que se encuentran en territorio de misión.

En la Instrucción de 2005, la Congregación para la Educación Católica, "de acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos, cree necesario afirmar con claridad que la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay".

"Dichas personas se encuentran, efectivamente, en una situación que obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres. De ningún modo pueden ignorarse las consecuencias negativas que se pueden derivar de la ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas".