* «San Arturo, Trinitario por vocación a imitación de tu santo fundador Juan de Mata. La llamada de Dios fue en ti ardiente y poderosa. Te embarcaste a oriente a interceder por los cristianos cautivos en tierras sarracenas. El alma se te llenaba de gozo cuando tu intercesión liberaba a algún cristiano. Tu predicación movía a la conversión. No te lo perdonaron tus enemigos que tras apresarte decidieron martirizarte quemándote vivo. Reza por nosotros, pecadores, cautivos por nuestra soberbia y altanería, presos por nuestras ofensas a Dios, encerrados en nuestra propia frustración; y consíguenos vivir en la verdadera libertad de los hijos de Dios que conlleva dicha y paz»
Leer más...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario