* «Papá, no debes estar enfadado con Dios. Mi enfermedad y la de muchas personas no es culpa de Dios, Él nos da la bienvenida. Es de aquellos que han provocado la enfermedad, aquellos que nos hacen sufrir por nuestra enfermedad, nosotros mismos, la sociedad en la que vivimos, la contaminación, los venenos que respiramos y comemos. Dios solo puede recibirnos. Nosotros, como padres, escuchando sus palabras de paz y serenidad, día tras día, nos convenció de que estábamos equivocados. Logró convertir nuestra ira en amor para los demás y para todas aquellas personas que sufrían de una manera u otra. El día del entierro, muchas de estas personas se presentaron y nos dijeron cómo Vanessa les había salvado la vida»
CaminoCatólico.com.- Vanessa Guido murió con 20 años debido a una leucemia. No murió triste sino más bien supo que su enfermedad fue la ocasión para tener un encuentro profundo con Cristo y la Virgen, y una misión para devolver la fe a sus padres y la esperanza a muchos que se planteaban incluso el suicidio.
Ayudada por su fe y desde la debilidad de una cama de hospital logró cumplir todos estos propósitos, para sorpresa de muchos de los protagonistas. Esta joven italiana murió en 2013 pero sus padres, que hallaron la fe gracias a su hija moribunda, han seguido con su legado ayudando a todos los niños y enfermos que lo necesitan.