* «Y esto hará bien a todos pensar en tanta gente que los acompaña en el camino de la vida: vecinos, amigos, compañeros de trabajo, de estudio… Nosotros no estamos solos. Hoy nos hará bien a todos pensar en las personas que nos acompañaron en el camino de la vida como agradecimiento, y también como gesto de gratitud a Dios. Gracias, Señor, por no habernos dejado solos. Es verdad, siempre hay problemas, y donde hay gente hay habladurías. Incluso aquí. Se reza y se habla, ambas cosas. Y también, a veces, se peca contra la caridad»
14 de febrero de 2020.- (Camino Católico) La calidez de la Casa Santa Marta, de una «gran familia» como la define el Papa, formada por personas que acompañan en el camino de la vida, que trabajan allí todos los días con dedicación y cuidado, que ayudan si una compañera está enferma, que se entristecen si uno de ellos se va. Rostros, sonrisas, saludos: semillas que se siembran en el corazón de todos. En la homilía de la misa de la mañana, aprovechó la jubilación una empleada, Patrizia, para hacer un «acto de memoria, de agradecimiento» y también de pedido de disculpas a los que acompañan nuestro camino.