* Encarnita Moya, esposa de Manuel, explica que «poco a poco fue respondiendo, caminando, andando… y hoy en día no presenta ningún síntoma, a pesar de que las pruebas demuestran que el daño está ahí. Es algo inexplicable. Los médicos nos preguntaban si nos habíamos encomendado a alguien, si éramos católicos… Nosotros contestamos que sí, que nos habíamos encomendado al P. Arnaiz»
CaminoCatólico.com.- Manuel Antonio Lucena es malagueño y no conocía al Padre Arnaiz hasta que sus vidas se cruzaron por acción del Espíritu Santo. En 1994 se recuperó sin secuelas tras un infarto que sufrió y que lo mantuvo sin oxigenación 10 minutos. Fue la curación extraordinaria necesaria para demostrar el milagro que ha hecho posible la beatificación del Padre Tiburcio Arnaiz que ha tenido lugar este sábado 20 de octubre. Él y su mujer, Encarnita Moya, viven su beatificación con entusiasmo según explican a Ana María Medina en la web de la Diócesis de Málaga.
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