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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

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Mostrando entradas con la etiqueta CONVERSIÓN CRUCIFIJO CRUZ DIOS DROGADICCIÓN FE HISTORIA DE CONVERSIÓN IGLESIA IGLESIA CATÓLICA JESUCRISTO MALOS TRATOS PROTECCIÓN TESTIMONIO. Mostrar todas las entradas
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sábado, 4 de enero de 2020

Alexandra, drogada y maltratada, miró a su hijo asustado y sintió la «necesidad inexplicable» de un crucifijo: «Me refugié en mi parroquia y encontré a Dios»

* «Me sentí en brazos de Alguien. Me derrumbé, lloré todas las lágrimas que podía hacer brotar mi cuerpo, todas las lágrimas que podía llorar, y quedé consolada. Todo el peso que llevaba sobre mis hombros se lo confié a Jesús, porque solo Él podía comprenderlo, acompañarme y tranquilizarme. Cuando me refugié en sus brazos, al fin comprendí y me sentí comprendida. Finalmente había encontrado alguien que podía ayudarme a avanzar. Al fin podía avanzar. Esto me transformo completamente. Hoy quiero compartir todo ese amor que me habría gustado recibir y del que Jesús me ha colmado, quiero dárselo a todos. He encontrado la paz y la serenidad, me he reconciliado conmigo misma. Este amor me ha quitado mucha amargura y todo el odio que llevaba dentro de mí»

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