Camino Católico.- ¿Qué podemos pedir en nuestras oraciones? ¿Qué podemos hacer para que no sirva a nuestra codicia? Para aprender a canalizar nuestros deseos, es necesaria la virtud de la templanza.
Según una cierta etimología latina (precaria, precario) rezar es exponer a Dios nuestra precariedad:
“Señor, el que tu amas está enfermo” (Juan 11:3).
Es decir con el salmista:
“Tu, Señor, conoces todos mis deseos” (Salmo 38:10).